miércoles, 5 de agosto de 2015

ASESINATO DE TRECE ROSAS, "QUE MI NOMBRE NO SE BORRE DE LA HISTORIA"


Esa fue la petición de Julia Conesa, una de las trece mujeres que fueron fusiladas en la tapia del cementerio de la Almudena (Madrid) en unas sacas, como se llamaban a los fusilamientos, que sin ton ni son quitaba la vida a personas que según el nuevo régimen no eran españolas, porque tenían el germen rojo.

Y eso fue lo que ocurrió desde que el 1 de Abril de 1939, el Bando Nacional daba por terminada la guerra, siendo los años siguientes los más duros, pues la población española estuvo bajo una represión tan dura que cualquiera podía ser sospechoso y por lo tanto fusilado, porque los juicios solo eran la firma de la sentencia que ya había sido decidida.


El día 5 de agosto de 1939 trece jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 29 años fueron ejecutadas por un crimen que vosotros decidiréis si es crimen o no. 

Pertenecían a las juventudes socialistas, partido comunista o se relacionaba con militantes  de esos partidos.

Aunque en una guerra ya se sabe, toda excusa es buena para exterminar toda sombra del enemigo.

Pero ¿era necesario? No, seguro que no.

Este artículo solo es un pequeño homenaje a personas que murieron en una época que ojalá, no se vuelva a repetir. Os dejo los nombres y alguna información sobre las trece chicas que la historia les ha dado el nombre de Rosas.

Luisa Rodríguez de la Fuente tenía 18 años y se afilió a las JSU en 1937 sin ocupar ningún cargo. Le propusieron crear un grupo, pero no había convencido aun a nadie más que a su primo cuando la detuvieron. Reconoció su militancia durante la guerra, pero no la actual. En abril la trasladaron a Ventas, siendo la primera de las Trece Rosas en entrar en la prisión.

Carmen Barrero Aguado Tenía 20 años y era modista.Tuvo que trabajar desde los 12 años, tras la muerte de su padre, para ayudar a mantener a su familia, tenía  8 hermanos, 4 menores que ella. Afiliada al PCE, tras la guerra, llegó a ser responsable femenina del partido en Madrid, siendo detenida el 16 de mayo de 1939.

Blanca Brisac Vázquez Era pianista y con 29 era la mayor de las trece, teniendo un hijo. No tenía ninguna militancia política, lo raro es que era católica y votante de derechas. Fue detenida por relacionarse con un músico perteneciente al Partido Comunista. Escribió una carta a su hijo la madrugada del 5 de agosto de 1939, que le fue entregada por su familia (todos de derechas) 16 años después. La carta aun se conserva.

Pilar Bueno Ibáñez modista y con 27 años se afilió al PCE y trabajó como voluntaria en las casas-cuna donde se recogía a huérfanos y a hijos de milicianos que iban al frente. La nombraron secretaria de organización del radio Norte y cuando acabó la guerra se encargó de la reorganización del PCE en ocho sectores de Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.

Martina Barroso García Era modista y tenía 24 años. Al acabar la guerra participó en la organización de las JSU de Chamartín, yendo al abandonado frente de la Ciudad Universitaria a buscar armas y municiones, haciendo resistencia al nuevo régimen. Se conservan algunas de las cartas originales que escribió a su novio y a su familia desde la prisión.

Avelina García Casillas con 19 años era militante de las JSU. Su padre era Guardia Civil y recibió una carta  afirmando que sólo querían hacerle un interrogatorio ordinario por lo que se presentó de manera voluntaria, pero no regresó a su casa. 
Virtudes González García tenía 19 años y era amiga  de María del Carmen Cuesta superviviente de la prisión de Ventas y afiliada a la JSU. En 1936 se afilió a las JSU, donde conoció a Vicente Ollero, que terminó siendo su novio. Fue detenida el 16 de mayo de 1939 denunciada por un compañero suyo bajo tortura.

Elena Gil Olaya con 20 años ingresó en las JSU en 1937 pero acabar la guerra comenzó a trabajar en el grupo de Chamartín.

Ana López Gallego con 21 años militaba  en  JSU, llegando a ser secretaria del radio de Chamartín durante la Guerra. Su novio, también era comunista, le propuso irse a Francia, pero ella decidió quedarse con sus tres hermanos menores en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo, pero no fue llevada a la cárcel de Ventas hasta el 6 de junio. Se cuenta que no murió en la primera descarga y que preguntó “¿Es que a mí no me matan?”.

Joaquina López Laffite tenía 23 años. En septiembre de 1936 se afilió a las JSU encomendándole la secretaría femenina del Comité Provincial clandestino. La denunció Severino Rodríguez que era número dos en las JSU. La detuvieron el 18 de abril de 1939 en su casa, junto a sus hermanos acusándola  de ser comunista, pero ignoraban el cargo que ostentaba. Joaquina reconoció su militancia durante la guerra, pero no la actual. No fue conducida a Ventas hasta el 3 de junio, a pesar de ser de las primeras detenidas.

Dionisia Manzanero Salas tenía 20 años y se afilió al Partido Comunista en abril de 1938 después de que un obús matara a su hermana y a unos chicos que jugaban en un descampado. Al acabar la guerra fue el enlace entre los dirigentes comunistas en Madrid. Detenida el 16 de mayo de 1939.


Victoria Muñoz García tenía 18 años y se afilió con 15 años a las JSU. Pertenecía al grupo de Chamartín. Era la hermana de Gregorio Muñoz, responsable militar del grupo del sector de Chamartin de la Rosa. Llegó a Ventas el 6 de junio de 1939.

Julia Conesa Conesa modista y con 18 años, nació en Oviedo. Vivía en Madrid con su madre y sus dos hermanas. Se afilió a las JSU por las instalaciones deportivas que presentaban a finales de 1937. Pronto se empleó como cobradora de tranvías, ya que su familia necesitaba dinero, y dejó el contacto con las JSU. Denunciada por un compañero de su “novio” era detenida  cosiendo en su casa en mayo.

Y viendo las publicaciones de historia que hoy navegan por internet podemos decir alto y claro:

        "Julia, tu nombre no ha sido borrado de la historia, ni el tuyo ni el de tus compañeras"

Recordemos entonces sus nombres y porque fueron asesinadas.

Aquí os dejo el trailer de la película que se hizo en su honor:




Pero tenemos que decir que no solo fueron 13, pues en Guillena murieron otras 17 que en breve contaremos su historia.

Bibliografia:
Los ojos de Hipatia
Cadena Ser
Muy Historia
El Mundo
El País 

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