domingo, 1 de mayo de 2016

EL 1 DE MAYO; FIESTA EN HONOR A LOS MÁRTIRES DE CHICAGO


La festividad del 1 de mayo es celebrado en la mayoría de los países como "EL DÍA DEL TRABAJADOR"  con convocatorias, desfiles e incluso manifestaciones en las ciudades más importantes con la clásica asistencia de los sindicatos y partidos políticos que dicen luchar por la clase trabajadora.

No obstante esta festividad está perdiendo el empuje sobre el origen reivindicativo por la que se proclamó, y es que para la inmensa mayoría este día se ha convertido en una fiesta más, en un día que no hay que ir a trabajar, y lo más lamentable es que no saben que miles de personas juntos a casi la veintena que murió  tanto ese día como a causa de los sucesos que vamos a describir, lograron más tarde que temprano un derecho que vemos como normal y que poco a poco con el ambiente de crisis que se ha generado y que los deficientes políticos de turno no solucionan, de nuevo habrá que salir a luchar no ya para no perderlo sino para conseguirlo de nuevo.

Este derecho del que hablamos es el la jornada laboral de ocho horas.

En las últimas décadas del siglo XIX se inició la Revolución Industrial  y muchos vieron en ella la solución a la pobreza y paro, problema que llevaba martirizando a muchos países, ya que suponía más trabajo para todos además de un nuevo incentivo para acumular más fortuna los antiguos ricos. Esto hizo que EEUU que llevó la delantera en este tema se convirtiera en el Dorado de más de una persona que soñaba con un porvenir mejor.

Pero no era así, pues cuando llegaban a ciudades como Detroit, Chicago, Cincinati, New York, etc, las cosas no eran muy diferentes a las de una Europa hambrienta y con grandes diferencias sociales. Es verdad que había más trabajo pero el horario de hasta 16 horas, las condiciones en las que se desarrollaba el trabajo, los salarios tan ínfimos como enormes eran la tacañería, el abuso y desfachatez de los empresarios, hizo que muchos trabajadores se unieran en sindicatos y asociaciones al menos para luchar por algo que se consideraba fundamental, conciliar el trabajo con la familia, teniendo como argumento que muchos no veían ni disfrutaban de su familia por las largas jornadas de trabajo, además de no descansar lo suficiente llegando a terminar en un agotamiento interminable, entendiendo que el día estaría dividido en tres partes iguales:

OCHO HORAS DE TRABAJO
OCHO HORAS DE DESCANSO
OCHO HORAS PARA HACER LO QUE SE QUIERA

Por eso el 17 de Octubre de 1884 se celebró IV Congreso de la American Federation of Labor donde se pusieron una fecha en concreto para iniciar SÍ o SÍ la jornada laboral de ocho horas y sino se produciría una huelga, siendo el primero de Mayo de 1886 la puesta en vigor de tal reivindicación.

Y aunque el presidente del gobierno que ejercía el poder ese año, Andrew Johson, promulgó la Ley Ingersoll estableciendo la jornada que los trabajadores reivindicaban, nunca llegó a entrar en vigor tal y como se esperaba porque las esferas políticas y patronales presionaron a causa de sus intereses, eso sí lo que hicieron fue recrudecer la oposición a tal propuesta reprimiendo a la fuerza las movilizaciones obreras, y ya sabemos como se las gastaban, disparando a matar, palizas y encarcelamientos.

Pero los trabajadores a más presión más unidos estuvieron, sirva esta cifra, para 1885 había 100.000 afiliados a la Orden de los Caballeros del Trabajo subiendo para el verano de 1886 a 700.000.

En esta situación de inestabilidad donde sindicatos de gremios como los ebanistas, maquinistas, gasistas, ladrilleros y estibadores de Chicago (donde nos lleva esta historia) decidieron unirse al paro general en todo el país para el 1 de Mayo de 1886, siguiéndoles en esta iniciativa carpinteros, albañiles, zapateros, jugueteros empleados de comercio y tipógrafos llegando a mediados de abril con unas cifras de 62.000 trabajadores comprometidos.

Esta reivindicación estaba tomando un cariz tan enorme que comenzaron las concesiones y unos 20.000 obreros obtuvieron la jornada de 8 horas.

Pero el 1 de mayo llegó y la casta conservadora resistió en su concesión y EEUU sufrió la Huelga General predicha con bastante tiempo de antelación contabilizándose unas 5.000 huelgas por todo el país, siendo Chicago la ciudad con más huelguistas, unos 80.000, llegando a estar casi paralizada.

Pero muchas empresas contrataron a esquiroles y las fabricas continuaron con su producción además de despedir a cerca de 1.200 empleados que fueron a la huelga como fue el caso de Mc Cormick que además contrató a "ejércitos privados" para interrumpir a la fuerza las reuniones y asambleas convocadas, la prensa no se quedó mirando para informar, sino que decidió ponerse del lado de la patronal lanzando frases como la que el CHICAGO TRIBUNE arengó a sus lectores para que colgaran en cada poste el esqueleto de un anarquista señalando sin impunidad a Parsons y Spies, dirigentes sindicalistas que se señalaron en esa lucha.

Así que cuando el sábado 1 de mayo se concentraron pacíficamente los trabajadores frente a la fabrica de MC Cormick para manifestarse contra los despidos junto a sus familiares, se produjo una pelea entre los esquiroles que salían de su turno y los manifestantes a causa de la tensión que se acumuló terminando con la llegada de las fuerzas de seguridad del estado que sin miramientos comenzaron a reprimir a los manifestantes con tal violencia que 6 manifestantes murieron además de dejar a bastantes heridos.

Entonces Parson y Spies, que ese día estuvieron en otra zona discursando ante otra concentración, decidieron junto a otras juntas directivas sindicales organizar en la Plaza Haymarket otra concentración por la misma reivindicación y protesta por la represión del día anterior.

Y aunque se produjo de forma pacifica y se fue disolviendo lentamente a causa de la lluvia, de los 3.000 asistentes quedaron solo unos 300 que fueron rodeados por un escuadrón de policías armados hasta los dientes, los cuales después de un aviso de disolución inmediata comenzaron a disparar sin miramientos por el motivo de que alguien sin previo aviso lanzó contra ellos un bomba que causó la muerte de un policía y varios heridos.

No hay cifras exactas de muertos y heridos, aunque algunos señalan unos 40 muertos y 200 heridos, por eso la crónica cuenta que Chicago se tiñó de sangre.

La represión no se quedó ahí ya que las redadas fueron la tónica durante días y semanas, se cerraron periódicos con tinte obrero, se allanaron hogares, locales de reunión, se prohibieron las asambleas y reuniones políticas, Chicago estaba literalmente en estado de excepción hasta que el 21 de junio se inició el juicio contra Ocho arrestados por los sucesos del 1 al 4 de mayo.



Albert Parsons, periodista de 39 años y estadounidense.
August Spies, alemán de 31 años y periodista.
Adolph Fischer, periodista de 30 años y alemán.
Georg Engel, tipógrafo de 50 años y alemán.
Louis Linng, carpintero de 22 años y alemán.
Michael Swabb, alemán de 33 años y tipógrafo.
samuel Fielden, inglés de 39 años, pastor metodista y obrero textil.
Oscar Neebe, vendedor de 36 años y estadounidense.

Como es natural en estos juicios donde el jurado popular estaba compuesto en su mayoría por empresarios, la sentencia estaba consensuada desde el principio así que fueron condenados a muerte los cinco primeros de la lista, los dos siguientes a cadena perpetua y el último a 15 años de trabajos forzados, cumpliendo la condena el 11 de noviembre de 1887 no sin antes exponer sus argumentos de forma clara exponiendo que no estaban para nada arrepentidos

Conocido este suceso mundialmente en 1889 durante el I Congreso de la Segunda Internacional Socialista que se celebró en París se decidió que esa fecha, el 1 de Mayo, pasara a celebrase como día del trabajador por solidaridad obrera con los llamados desde entonces "MÁRTIRES DE CHICAGO" siendo aceptado por la mayoría de los países incluido España que aunque no se celebró durante las Dictaduras de Miguel Primo de Rivera y Francisco Franco fue aprobada en 1919 después de la celebre Huelga de la Canadiense dirigida por los anarquista en Barcelona haciendo que fuera el primer país europeo en instaurar dicha reivindicación, irónicamente en EEUU cuando se celebra algo parecido es el primer lunes de Septiembre llamado el LABOR DAY, y tampoco consiguieron su reivindicación hasta 1935 cuando en el mandato de Roosvelt se produjo su aprobación.

Bibliografía:
http://madrid.cnt.es/1-de-mayo/historia/

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