
En esa misma época la capital China estaba llena de extranjeros que se habían asentado en el país asiático para hacer comercio. Al llegar los nipones decidieron irse y solo se quedaron 22 personas y entre ellos John Rabe, un empresario alemán representante de Siemens. Este admirador de Hitler y de su nacionalsocialismo además de ser miembro del partido cuando vio las atrocidades decidió crear una zona de seguridad dentro de la ciudad donde los nipones no actuarían.
Los japoneses aliados de Alemania respetaron tal propuesta, y dentro de su perímetro el utilizaba la evastica como protección para ellos y los que vivían dentro de la zona de seguridad, llamada:
"Comité Internacional para la zona de seguridad de Nanking" con una amplitud de cerca de 7km cuadrados, donde ondeaban las banderas nazis, que muchos chinos vieron como salvadoras de sus invasores.
Dentro de ella las cosas no fueron fáciles pues a punto estuvieron de ser asesinados por los japoneses sedientos de sangre, aún así pudo mantener a muchas familias a salvo.
Tal era el delirio de los japoneses sobre la invasion china que según Rabe en su diario cuenta lo siguiente:
"Ellos seguían violando a las mujeres y las niñas y matando a los que ofrecían resistencia, a los que intentaban huir o simplemente a los que se encontraban en lugar equivocado. Durante sus fechorías, no se hizo distinción entre adultos y niños. Había niñas menores de ocho años y mujeres mayores de 70 que fueron violadas, y luego, de la manera más brutal posible golpeadas y asesinadas."
También cuenta un caso de que hasta que no enseño la evastica a los que se obstinaban en violar tal "área de seguridad" no cesaron las hostilidades.
Rabe se ganó el cariño y el respeto de los chinos no solo que vivieron esa experiencia, sino de los que la oyeron apodándolo como "el Buda alemán" o "el buen alemán de Nanking".
En 1938 volvió a su país natal, donde con una inocencia e ignorancia de los tratos de su adorado líder y las actuaciones de su guardia de élite la SS, a varios colectivos de personas, expone todo el material, documentos, fotos, películas etc, en conferencias que dio en Berlín, además envió una carta Hitler donde le pide que medie para que detenga esa violencia extrema.
Pero la respuesta que tuvo fue su detención por la Gestapo, a cual lo interrogó. Solo la intervención de Siemens lo libró de los campos de exterminio y fue puesto en libertad, pero perdió su trabajo.

En 1946 fue puesto de nuevo en libertad habiendo superado la desnazificación, aunque la versión la realidad fue que después de varias apelaciones al tribunal de ese programa dio por buena la labor que ejerció en Nanking al salvar muchas vidas.
Pero su vida no fue ya la misma, pues la pobreza extrema sumió a su familia.

En 1950 murió de un derrame cerebral y en 1997 sus restos fueron trasladados a Nanking donde esta enterrado en un lugar honorífico dentro monumento conmemorativo a la masacre de Nanking.
Qué ironía, la misma bandera que asesinó a millones de personas salvaron a unos 200.000 chinos.
Os dejo el trailer de la película sobre John Rabe.
Bibliografía:
Revista Clio
The Atlantic
Wikipedia
Facing History and Ourselves
Revista Clio
The Atlantic
Wikipedia
Facing History and Ourselves
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