jueves, 28 de enero de 2016

LOJA HONRA A SUS MILITARES CONDECORADOS

                                        

Por su situación geográfica la ciudad de Loja ha sido a lo largo de la historia, y sigue siendo, la puerta natural del poniente  granadino que sigue enamorando al viajero, pues el cerro donde se enclava su alcazaba y que a sus faldas se asienta dicha ciudad, es donde termina la vega de forma abrupta que a su vez es protegida simbólicamente por los brazos de las dos sierras que la rodean.

Desde la romana ILIPULA LAUS pasando por la andalusí MADINAT LAUXA a la cristina LOXA para llegar a la actual LOJA, su esencia siempre ha sido la misma. Pues de las piedras de la vieja ciudad no solo emerge agua sino también hombres que por siglos han destacado en la historia, unos con más fortuna y algunos con peor reputación, y en este punto podemos estar más o menos de acuerdo dependiendo de lo que se hable, no obstante debemos ser objetivos.

En el mes de diciembre de 2015 esta ciudad conmemoró los 500 años de la muerte del Alcalde más ilustre que haya tenido hasta ahora Loja, Gonzalo Fernández de Córdoba "El Gran Capitán", y por este motivo y por que fue el regenerador del ejercito en lo que hoy conocemos como España, el Consistorio lojeño contrató al cuerpo militar de La Legión de Ronda para un desfile por las calles de la ciudad. En ese acontecimiento, que por la masiva confluencia de lojeños se vio que gustó, se inauguró un pequeño obelisco, diseñado por el cronista oficial D. José Arenas, donde en cada cara se recuerda a tres paisanos que fueron condecorados por su servicio en el ejercito:

El primero de ellos y el más famoso por su trascendencia y posición es:

Ramón María Narváez y Campos
1º Duque de Valencia, 2º Conde de Cañada Alta, General del ejército español, Espadón de la reina Isabel II y Presidente del Consejo de Ministros de España, Ministro de Guerra y Ministro de Estado.

Así que está muy presente en Loja por varios motivos:

- El Ayuntamiento de la ciudad tiene su sede en su palacio vivienda.
- Está enterrado en su mausoleo ubicado a la entrada de Loja, en el barrio Mesón de Arroyo.
- Tiene una imagen en la Plaza de la Constitución, conocida coloquialmente como Plaza de Arriba (imag. abajo izq.)

- Tiene puesto su nombre a unos jardines que eran de su propiedad en el otro extremo de la ciudad.
- Fuera de la ciudad también hay una casería con su nombre por haber pertenecido a su familia.

Y aunque hay muchas referencias de él, para muchos es desconocido el papel tan destacado en la lucha contra la sublevación absolutista de la Guardia Real en 1822 y que fue hecho prisionero por los Cien Mil Hijos de San Luis permaneciendo en Francia hasta 1824.

Con una personalidad demasiado fuerte rechaza cualquier cargo a Fernando VII, pero es muy activo en las guerras carlistas donde se destaca con soldado y va ascendiendo en la jerarquía militar llegando a las cortes para comenzar como diputado. Estuvo exiliado mientras gobernaba Espartero (imag. dch.), gran enemigo del lojeño, volviendo de nuevo a España para derrotar en Torrejón de Ardoz a las tropas esparteristas de Sanoe. Por la zona de su localidad natal se le conoce por la mano dura que tuvo cuando aplacó la Guerra del Pan y el Queso en 1861



El segundo hombre del que se hace referencia es:

Francisco de Asís Antonio Narváez y Borghese Macias y Arredondo
I Conde de Yumurí y Vizconde de Matanzas que nació en Loja el 29 de Marzo de 1793, era pariente del general Narváez y siguió la misma carrera militar llegando a participar en la Guerra de Emancipación Americana en 1822 donde fue condecorado con "la Cruz Laureada de San Fernando" por su valor en los altos de Pozocucho y por la victoria en Inca.

Fue nombrado Gobernador Militar de Matanzas (Cuba)  y allí se casó con María Belen González de Larrinaga heredando una gran fortuna que empleó en el Palacio y Quinta "las Delicias Cubanas" en Carabanchel Alto, pues regresó a España en 1834 donde su carrera militar lo llevó a ser Gobernador Militar de Madrid, Capitán General de Castilla la Nueva e Inspector General de la Milicia Nacional del Reino para terminar siendo Senador en 1839.

Cuando adquirió la finca (imag. de 1935 abajo dch) compró 19 terrenos anexos para dividirlos en tres partes:

La Quinta o Palacio con sus jardines que tenían 1850 metros de perímetro.

Huertas de cultivo.

Casas auxiliares para dedicarlas a gallineros, cocheras, caballerizas y palomares.

Tenia dos manantiales con sus norias correspondientes y un estanque, lo que hacía que fuera una de las estancias más lujosas de la época aunque no la más grande, pues tenía 15,7 hectáreas.

Ahora en esos terrenos está ubicada la actual Villa de San Pablo, Escolapias y Colonia de la Prensa.

Murió en 1865; un dato interesante es que el título de Conde lo compró, pero no fue un Condado lo que adquirió, fue el marquesado de la Compuerta pero autorizado por Isabel II mediante el Real Decreto del 5 VI-1840 le cambió el nombre, posiblemente por la añoranza de esposa a su tierra, pues Yumurí es un valle en Matanzas (Cuba).


El tercer hombre que se da reconocimiento militar en el obelisco es:

José María Fernández de Córdoba y Palomares
Teniente de Infantería.


Otro soldado del ejército español que aunque no fue tan prestigioso en la jerarquía militar no por eso menos importante.

Nació en Loja el 23 de Octubre de 1876 y como todos los Fernández de Córdoba la vida castrense la llevaba en la sangre, así que a los 20 años ingresa en la caja de Reclutas de la Zona de Málaga nº 13 donde fue destinado al Regimiento de Infantería Extremadura nº19 siendo ascendido a Sargento de Infantería por elección el 1 de Marzo de 1897 su destino cambió al Regimiento de Málaga.



En ese momento España estaba inmersa en la guerra contra Estados Unidos y José María se presenta voluntario al Ejército de Filipinas a donde se dirige en el vapor "Ysin de Suzon" para llegar a Mindanao desde donde es destinado a varios destacamentos por motivos de la contienda siendo condecorado por el valor, disciplina y lealtad con "la medalla Pasador Bisayas" (imag. izq), "la Cruz del Mérito Militar de Plata" (imag. centro abajo) por el comportamiento observado en el ataque de Miñales el 15 de Junio y "la Cruz Roja del Mérito Militar" (imag.dch) por un distinguido comportamiento en el ataque y toma del pueblo de Ángeles el 4 de Junio.

Pero todo no es gloria pues cae prisionero por más de una año logrando escapar el 10 de diciembre de 1899 logrando llegar a Manila ocho días después pudiendo embarcar en el vapor "León XIII" que se dirigía a España.

Llega a Loja al mes siguiente licenciado donde reside hasta junio que es de nuevo destinado a Valladolid donde es condecorado de nuevo con "la Medalla de Sufrimientos por la patria".

Dentro de la península es destinado a varios regimientos para acabar en la guarnición que está en Algeciras en 1911, donde de nuevo otras tres medallas lucen en su pecho, la primera por el Presidente del Congreso de los Diputados y de la Junta regional del Centenario de las Cortes Constitución y sitio de Cádiz le otorgan "la medalla de plata conmemorativa de dicho centenario" (imag. dch)la segunda "la medalla de plata conmemorativa del 1er. Centenario de los sitios de Ciudad Rodrigo", esta vez concedida por el Presidente del Consejo de Ministros y la tercera "la medalla de plata conmemorativa del 1er. Centenario de los sitios de Gerona".

España en ese momento tiene un problema de insurrección en los territorios ocupados en el norte de Marruecos y Jose maría es destinado a Ceuta donde asciende a Teniente de Infantería. Dentro de este nuevo destino el día 24 de Junio se ordena a su Compañia que se desplacen al Rincón del Medik para defender los puentes sobre el río Smir.
José María tiene bajo su mando a doce soldados que son atacados y aunque repelen la ofensiva enemiga rifeña es abatido, no sin antes dejar un comportamiento heroico ante sus hombres pues antes de morir en acto servicio, no dejó el mando llevando la delantera para la defensa que se le había encomendado y que por eso se le concedió tres años más tarde la "Cruz de Segunda Clase de la Real y Militar Orden de San Fernando" (imag. izq.) a título póstumo con una pensión anual de 1000 pesetas y transmisible a sus herederos.

El consistorio lojeño en la década de los años setenta del siglo pasado le concedieron la calle "del laureado Fernández de Córdoba" pero en la década siguiente esa calle se la conoce como Zacatín.

La sepultura de José María Fernández de Córdoba no la podemos visitar en Loja porque fue enterrado en Ceuta, su último destino.

Así que cuando visitemos la ciudad de Loja o paseemos por el parque de los Ángeles y veamos el obelisco con las fotografías de estos tres militares, sabremos quienes son y por que han sido recordados.


Bibliografía:
Ramón María Narváez; Biografía de un hombre de estado, desmontaje de la falsa leyenda del espadón de Loja.
Ramón María Narváez y Campos, Wikipedia https://es.m.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Mar%C3%ADa_Narv%C3%A1ez
Palacio de la Quinta de las Delicias Cubanas
Condado de Yumurí, Wikipedia
Condes de la Reunión de Cuba y de Yumurí 
Heráldica, Genealogía e Historia, Familia Fernández de Córdoba http://www.fernandezdecordoba.nom.es/biografiaabuelo.htm
Tres Laureados lojeños, José Arenas, Cronista oficial de Loja; 

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