La poesía, creo que más, que un arte, es un don, ya que para describir sentimientos, emociones, paisajes y demás, hay que nacer con una sensibilidad que todo el mundo no llega a tener. A mí, debo confesar que nunca me ha atraído, posiblemente porque no he tenido cerca ese poeta que hace que sus palabras emocionen, y el obligarme a estudiarlas ha hecho todavía más, que no me interese.
Pero para publicar este artículo he estado leyendo un poco del libro "Un Poeta en Nueva York" y la verdad es que me ha picado la curiosidad. Eso tiene el editar publicaciones de historia, te abre la mente, o será porque la etapa de la vida en la que estoy, me ha hecho entender emociones y sentimientos que antes no podría llegar a comprender.
Pues resulta que tal día como hoy en 1940 se publica por primera vez este libro; unos tres años después de su trágica muerte a manos de unos asesinos juntos a otros hombres tan inocentes como él.
Pero lo que nos importa es lo que refleja en el libro, y la verdad, es que no es alegre, pues todos insisten que refleja un aislamiento y depresión en toda regla, aunque contrasta con las cartas alegres y risueñas que enviaba a sus padres, contando como la ciudad de los rascacielos era algo fascinante.
Así son los poetas, en sus versos desparraman sus sentimientos y emociones como sus deseos y pasiones, y luego pueden redactar escritos donde reflejan la otra personalidad.
Es interesante que este libro lo escribió en una etapa de su vida donde las cosas al parecer no le iban bien, ni en sentido emocional ni profesional, ya que las críticas de Dalí, para unos un genio como extravagante para otros, y Buñuel fueron durísimas, acusándolo de gitanismo y costumbrista, a lo que se defendió:
Carta a Jorge Guillén de principios de enero de 1927: “Me va molestando un poco mi mito de gitanería. Los gitanos son un tema. Y nada más. Yo podía ser lo mismo poeta de agujas de coser o de paisajes hidráulicos. Además, el gitanismo me da un tono de incultura, de falta de educación y de poeta salvaje que tú sabes bien no soy. No quiero que me encasillen. Siento que me va echando cadenas.
Además de este problema se le añadió la ruptura sentimental; el político socialista y amigo suyo Fernando de los Ríos lo invitó a acompañarlo a Nueva York y así podría vivir en el extranjero para ver la diferencia y poder retomar sin presiones su trabajo como abrir la mente a otros conocimientos.
Y marchó descubriendo el capitalismo, el racismo ante la sociedad negra y disfrutando de obras y canciones que a la España de aquel tiempo no llegaban.
En ese marco escribió su obra publicada póstuma.
Os dejo con un extracto de este libro "Poema del Lago Edén" con la voz del poeta, esperando que os guste y os pique el gusanillo a leerlo como me ha pasado a mí.
Bibliografía:
Wikipedia
Cervantes
federicogarcialorca.net
La Vanguardía
Público
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