martes, 24 de noviembre de 2015

LEX TITIA, LA LEY QUE DERROCÓ LA REPÚBLICA ROMANA

      
El magnicidio ocurrido en los Idus de Marzo (15 de Marzo) del año 44 a E.C. cambió la historia antigua de tal forma que para muchos la grandeza de Roma comienza a partir de ahí, cuando en realidad empezó mucho tiempo atrás, siendo el germen del esplendor del Imperio que más ha repercutido en todo el mundo.

El modelo de gobernación que tenía la potencia natal del Tiber era una República instaurada hace mucho tiempo atrás a causa de una monarquía corrupta, pero está se estaba volviendo añeja y hedionda por la corrupción que tenía dentro del Senado, el lugar donde se tomaban las decisiones que afectaban no sólo a la ciudad de las siete colinas, Roma, sino a la gran extensión de territorio que grandes generales habían proporcionado para la grandeza de Roma.



Y es que cuando asesinaron a Julio Cesar, le asestaron la puntilla a la agonizante República en un intento desesperado de mantenerla con vida. Es verdad que el derrotero que parecía llevar César era el de volver a la monarquia dandole todo el poder a un solo hombre. Y al final eso fue lo que pasó.


Marco Antonio, vengador de la muerte de César tuvo que hacer un Triunvirato, un pacto entre tres personas para gobernar un país; los miembros de este Segundo Triunvirato en la historia de Roma fueron:

Marco Antonio, Octavio y Lépido.

Octavio, era sobrino nieto de César, y este volvió a Roma para pedir lo que por herencia su tío le había dejado cuando lo nombró sucesor en el poder y bienes materiales. Esto fue un palo para Marco Antonio que habiendo sido mano derecha del general romano y vengador de su muerte se creía el sucesor y al que el Senado iba a poner en la cúspide del poder romano, pero gran parte de los senadores no les gustaba la política de Marco Antonio y su ambición desmedida, por lo que apoyaron a Octavio; con lo que no contaban los senadores fue con la perspicacia de Octavio, pues este se dio cuenta que lo apoyaban por puro interés, cuando eliminarán a Marco Antonio, también lo harían con él.

Estas tensiones dentro del poder romano se hacían muy evidentes y lo peor es que el vacío de poder era cada vez más grande, por lo que en secreto, Marco Antonio (imagen izq) y Octavio (imagen dch), se reunieron en Bolonia junto a Lépido y formalizaron un pacto para gobernar la grandeza de Roma durante cinco años, pudiéndolo renovar.

Pero claro, este pacto no tenía validez, pues los senadores no estaban al tanto por hacerlo en secreto, así que cuando le impusieron este pacto al Senado, promulgaron este acuerdo dándole oficialidad y validez senatorial, siendo un lavado de cara a lo que habían hecho y a la vez sepultando a la República.

Llamándose este acto como LEX TITIA.

Esta Lex Titia la intención era la restaurar la Contitucion de la República, pero en realidad lo que hacía era quitarle poder al Senado otorgando más poder a los Triunvos, podemos decir que tenían carta blanca para decidir, pues ellos nombraban a los cargos a su voluntad.


Marco Antonio se quedó con lo mejor, la Galia Cisalpina, a Lépido le dejaron Hispania y la Galia Narbonense, siendo para Octavio Sicilia, Cerdeña y África, con un problema añadido, las revueltas que había en la capital. Pues el Oriente era de los asesinos de César hasta que los derrotó Marco Antonio en la Batalla de Filipos.

El triunvirato fue funcionando por decir algo, pues las tensiones entre Octavio y Marco Antonio fueron tan duras como cuando los dos residían en Roma, pero se llevó a su final y en el 38 a E.C., se renobó por otros cinco años.

Lépido murió en el 36 a E.C. y su parte pasó a Octavio, mientras este fue quitándose uno a uno sus rivales en Roma, con Agripa, su mano derecha y militar eficiente pacificó las revueltas con Cayó Mecenas propagó una serie de habladurías sobre Marco Antonio en torno a traición sobre Roma.

En cambio Marco Antonio permanecía en Egipto con su nueva esposa Cleopatra VII en una idílica luna de miel dejando a un lado los asuntos de Roma.

Entonces el triunvirato terminó y por lo tanto la Lex Titia.

Marco Antonio y Octavio seguieron en sus provocaciones para llegar a la guerra civil que terminó con la victoria de Octavio, pacificando los territorios romanos creando el Gran Imperio que conocemos siendo el su primer emperador con el nombre Augusto César.

BIBLIOGRAFÍA:
Historia Universal
Enciclopedia Us
Imperium
Historia cultural

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