martes, 10 de noviembre de 2015

CATALUÑA QUIERE REPETIR LA HISTORIA, PARTE I

                                     


Ayer el Parlamento de Cataluña hizo de nuevo historia cuando votaron a la resolución para el inicio del proceso de independencia de España. Pero esta historia no es nueva, podríamos decir que están queriendo concluir con un tema tan antiguo como sus inicios, cuando a finales del siglo VIII se crea el Condado de Osona en tierras que ahora conocemos como catalanas por parte la corona francesa, la cual, con Luis el Piadoso, el hijo de Carlo Magno, al frente de sus ejércitos ocupa Barcelona en el 801.

A partir de este momento se crean los Condados de: 

Girona, Ampurias, Cerdeña, Barcelona, Besalú, Pallars y Ribagorza.

Todos ellos, serán poblados por las gentes que en el sur de Francia les llaman Hispani. Estos son los godos de la península ibérica que han huido de la invasión islámica instalándose detrás de los Pirineos. Por lo que podemos deducir que estos territorios comienzan su andanza en la historia bajo las órdenes de Francia, pues es el que le proporciona lo suficiente y pactan un acto de vasallaje en forma de protección por parte de del rey franco, siendo estos un escudo protector contra el musulmán.

Llegamos a un momento clave para estos condados, y es cuando Bernat de Septimania es nombrado Conde de Barcelona. Ahora todos quedan adscritos a un solo territorio en común, la Marca Septimania. El Conde de Barcelona se erige como válido de este territorio y con el paso del tiempo el territorio pasa denominarse Marca Hispánica, siendo nombrado Marqués.

Pero las tensiones entre los Condes y señores feudales que pactan, se casan y se conquistan los territorios unos a otros es frecuente, mientras la monarquía francesa mira hacia otro lado; los Hispánicos notan cada vez más esa dejadez siendo palpable cuando Almanzor arrasa Barcelona en 985 y no son socorridos por Francia. Entonces la Marca Hispánica se aparta del reino franco por omisión, llegando a ser un principado cuando Ramón Berenguer I decide nombrarse princeps.

En este momento la Marca Hispánica se diferencia de los demás territorios del norte y que empiezan a surgir frente a los Reinos de Taifas por unas leyes, llamadas Usatges, el Derecho Catalán, y una lengua distinta derivada del latín ya en desuso.

Con Ramón Berenguer III aparece la primera denominación como territorios catalanes cuando se refleja en una crónica la
importancia del Conde mediante las palabras:


            "CATALANICUS HEROS, RECTOR CATALANICUS Y DUX CATALANENSIS"

Ahora los Condes catalanes obran por cuenta propia y se acercan a los reinos peninsulares, Castilla y Aragón, siendo
con este último mediante el enlace entre Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón en 1137 lo que unirá bajo un solo Reino a los dos territorios llamado Corona de Aragón, siendo
Alfonso II el Casto, nombrado Rey de Aragón y Conde de Barcelona a la vez.

Pero la convivencia no es fácil, ya que Cataluña aunque vive bajo un mismo techo con Aragón siempre se muestra independiente, tiene sus fueros y leyes que a los Reyes se le hace difícil compaginar.

En estas idas y venidas llegamos a la unión de los reinos de Castilla y Aragón por los Reyes Católicos y entonces Cataluña entra en la misma dimanánica del conglomerado de reinos y territorios que componen España, defender los intereses españoles, siempre y cuando se acepten sus condiciones.

Carlos I se encuentra con una relación debilitada ya desde el matrimonio de su abuelo, Fernando el Católico con Germana de Foix, pero con dotes a la hora de dar una de cal y otra de arena pudo mantener este dominio dentro de sus territorios.


Cataluña sigue en sus trece, pues Palamós advierte a Felipe II en 1545 de la siguiente forma:

"Os advierto de que en el gobierno de Cataluña seáis más sobre aviso porque más presto podríais errar en esta gobernación que en la de Castilla, 
así por ser los fueros y constituciones tales, como porque sus pasiones no son menores que las de otros y ósanlas mostrar más y tiene más disculpas y hay menos maneras de poderlas averiguar y castigar"

Nos encontramos ahora en 1640 con la Guerra de los Segadores cuando sucede el Corpus Sangriento, donde los campesinos Barcelona se rebelan ante la Decisión del Conde-Duque Olivares de que Cataluña pague más impuestos para la guerra contra Francia, pues siempre el peso de la Hacienda
recaía sobre Castilla; los catalanes ven esta actuación como el absolutismo castellano, viendo Castilla a Cataluña como egoísta e insolidaria. 



Aquí podríamos decir que empieza la brecha que dura hasta ahora, siendo Quevedo y Lope de Vega algunos quienes despotrican contra la actitud de los catalanes.

La continuidad de Cataluña en España tiene los días contados, pero eso lo contaremos mañana. 



Bibliografía:
LA FORJA DE LA IDENTIDAD, LA AVENTURA DE LA HISTORIA, N* 169, Salvador Claramunt, catedrático de historia medieval. Univ. de Barcelona. 

LA GUERRA DE LOS SEGADORES 1640-1652, LA AVENTURA DE LA HISTORIA N* 169, Ricardo García Cárcel, Catedrático de Historia Moderna, U.A. de Barcelona.

CÉSAR CERVERA, ASÍ ES LA HISTORIA DE CATALUÑA: EN BUSCA DE UNA NACIÓN QUE NUNCA EXISTIÓ, ABC.

HISTORIA DE CÁTALUÑA-VEGUERIES.COM

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