domingo, 7 de junio de 2015

CORPUS DE SANGRE


En 1640 la monarquía española estaba en un enfrentamiento internacional de nuevo, en Flandes para ser concretos, y creyéndose la potencia que durante dos siglos fue sin temor a perder una batalla no se dio cuenta que se había iniciado el principio de su declive gracias un monarca incompetente, Felipe IV y su valido ambicioso y obstinado, Conde-Duque Olivares, que con unas orejeras puestas solo veía su persona y la del rey.

En esta tesitura se agravó el enfrentamiento pues Francia pronto se alió con los holandeses por lo que se produjo la famosa Guerra de los Treinta años.

Felipe IV
Ahora bien, la monarquía española aunque parece centralizada en el rey y su valido, ni se acerca a la realidad, muchas decisiones estaban firmadas en fueros y cortes que apoyaban la monarquía siendo las más importantes de esa época la Castellana, Aragonesa y la Catalana, esta última dentro de la corona Aragonesa; para hacernos una idea las podríamos comparar a las comunidades autónomas.

Pues bien, a Olivares se le ocurrió la gran idea de hacer una leva entre los fueros internos para que no recayera todo el peso económico a Castilla.

Como este acontecimiento se produce en Barcelona nos centraremos en Cataluña.

Los fueros catalanes no están obligados a proveer a la corona ni un solo soldado, es más ni un caballo, pero son generosos y ayudan a su rey pues los franceses no son del agrado de ellos, pero claro, algo a cambio piden, y es que el gobierno se rote entre Aragoneses y Castellanos, ya que al gobierno solo acceden castellanos.

Olivares consiguió que armasen y financiasen a 16.000 hombres y además les pagarían las rentas que desde Felipe II no se habían cobrado, y lo más increíble de todo, es que obtuvo una ayuda de 2.000.000 de ducados que podía pagarlos en 15 años.

Aún con todo esto, Olivares introdujo una serie de reformas que dejó todo en papel mojado, por lo que la leva no tuvo gran éxito, pero justo en ese momento le llegó un suceso que creyó como solución a su problema, la invasión del Rosellón por los franceses.

Conde-Duque Olivares
Olivares se mantuvo impasible para presionar a los catalanes a alistarse a sus filas y poder así afrontar la guerra contra la nación vecina y enemiga.

Los españoles frenaron a los franceses y esto unió un poco a los súbditos con su rey, pero en su incompetencia este mando hibernar a sus tropas en tierras catalanas.

Y aquí es donde entra nuestra historia:

Las tropas eran mercenarias, y no las soportaba el rey, sino la gente del pueblo, ni nobles, ni iglesia que estaban exentos de este cargo.

Estos soldados hombres rudos, groseros y hambrientos de todo, causaban muchas veces más problemas que éxitos cuando estaban en paz; las mozas no estaban seguras, las despensas menos  y todo esto se agravaba cuando las mesadas se retrasaban, situación que ocurría con gran facilidad.

tropas realistas
Entonces  en Barcelona a principios de Junio, en  la primera siega, se llena de temporeros, alborotadores como los mercenarios pero menos peligrosos, o por lo menos eso parecía.

Tal día como hoy en 1640 era Jueves y fiesta para toda la cristiandad pues se celebraba el Corpus Christi; así que estos estaban cantando y montado bulla por las calles de la ciudad Condal cuando llegaron a un punto en concreto, la casa del alguacil real Monrrodón, quemado vivo en Enero de este año en Santa Coloma de Farnés en una rebelión por culpa de un saqueo en Palautordera a causa de unos jinetes napolitanos, entonces las tropas reales entraron y arrasaron varias barriadas.

Los segadores y los milicianos se enzarzan en una discusión donde llegan a las manos, se escapan puñalas y tiros, lo que hace que pronto la ciudad se vea envuelta en una oleada de revueltas donde unos y otros luchaban por su vida.

Al alarde de "VISCA LA TERRA Y MUIRAN LOS TRAIDORS",  los segadores unidos y parte del pueblo se dirigieron a casa del Virrey, Conde de Santa Coloma; allí estaban reunidos la créme de la créme catalana que sabiendo de tal revuelta  intentaron sofocar la incidencia, pero esto no pasó.


Los segadores destrozaron su casa, y luego fueron de una casa a otra y así durante tres días los cuales hicieron de Barcelona una ciudad en alza contra las medidas tomadas por el rey y su valido.

Los incendios, los saqueos y los enfrentamientos entre las tropas realistas y los segadores  hizo de un día señalado para una ciudad tradicional en esa época un día para recordar. Algo que hacen en el himno catalán. En tierras catalanas se recuerda como la Revuelta de los Segadores, nombre propio y acertado, el nombre de Corpus Sangriento, es morboso pero también dice la verdad.

Sea como fuere, los dos nombres hablan de un mismo acto.


Himno de Cataluña con la letra donde podemos encontrar la referencia a los segadores.

Bibliografía:

Historiasdehispania.blogspot.com
lahistoriaenlagerografia.blogspot.com
www.altresbarcelones.com
oreneta.com
ABC

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