Al pedir a los lectores de Istopia sugerencias sobre temas históricos, la conquista de Melilla ha sido una de ellas, y la verdad es que me he encontrado con una diversidad, no solo de documentación, sino de crónicas que relatan distintas formas por las que Melilla pasó a manos de la corona española.
Existen dos crónicas bien diferencias sobre la conquista de Melilla:
La de Pedro Barrante y Pedro de Medina, pagadas por el Duque de Medina Sidonia donde exponen la gran bravura de estos hombres a la hora de la conquista, exaltando la figura de Pedro de Estopiñán junto a Francisco Ramírez de Madrid "el artillero".
<< cinco mil ombres de apié e alguna gente a cavvallo, e mandó aparejar los navíos en que fuesen, e hizolos cargar de mucha harina, vino, tocino, carne, aceyte e todos los otros mantenimientos necesarios; e de artilleria lanças, espingardas e toda monición.E asimismo llevaron en aquel viaje gran cantidad de cal e madera para reedificar la ciudad. E con toda esta Armada e gente, partió Pedro de Estopiñán, Contador del Duque,por su mandato del puerto de San Lucar en el mes de septiembre del año 1497 e hízolos buen tiempo, e se detuvieron en el mar para no llegar de día, e allegando la noche, la primera cosa que hizieron fué sacar a tierra un enmaderamiento de vigas que se encaxavan e tablazón que llevavan hecho de Hespaña. E trabaxaron toda la noche de lo hacer e poner a la redonda de la muralla derribada a la parte de fuera, donde andaban los alárabes... que cuando el otro día amaneció, los moros alárabes que andaban por los campos que avian visto el día antes Melilla asolada e la vieron amanecer con muros e torres, e sonar atambores e tirar artillería, no tuvieron pensamiento que estuvieran en ella cristianos sino diablos, e huyeron de aquella comarca a contar por los pueblos cercanos lo que avían visto.">>
Claro esto hace que fuera una conquista en toda regla, ya que aunque sin oposición ninguna, tuvieron que esperar en las Chafarinas desde donde se ve la ciudad, para que por la noche pudieran entrar en ella; trabajaron toda la noche para defenderse de los musulmanes de Fez; que cuando llegaron y vieron la ciudad reconstruida se volvieron por el mismo sitio.
Después de establecer bien el dominio sobre la ciudad, el conquistador de Melilla volvió a la península para dar informes a su Señor, el III Duque de Medina Sidonia, Juan de Guzmán, enviando este una misiva a los Reyes Católicos informando de la gran hazaña.
Claro esto es una versión.
La otra crónica, la de Zurita y la del Cura de los Palacios, cronistas de la Casa Real, ponen en el mismo cuadro otra pintura, sus pinceles dibujan que la ciudad de Melilla ya estaba en el punto de mira del Aragonés como puerto de vigía en la costa africana por culpa de los piratas berberiscos. Pero no es hasta 1494 que no tienen licencia del Vaticano para poder hacerse con ella, consiguiéndolo por medio del tratado de Tordesillas.
El Obispo encargado de todos los tratos comerciales Juan de Fonseca, retrasa la expedición sobre las Américas en perjuicio de Cristóbal Colón que despotrica en sus cartas a la reina y valedora de este, indicando que Melilla tiene muy mal puerto por el viento de levante que sufre haciendo que los barcos naufraguen en las escolleras.
Pero ya habían sido enviados varios espías para ver la situación de tal plaza y uno de ellos fue Martín Galindo que les explica a los Reyes que:
<<Melilla es una ciudad rodeada de moros alárabes que antes será carnicería de cristianos, antes que población de ellos>>
Esto parece que hizo desistir a los Reyes, pues un grupo de la clase alta de Melilla, entre ellos el Qaid, o gobernador de la ciudad, sabiendo de estas intenciones, pactaron la toma de esta ciudad; los habitantes de la ciudad se enteraron y expulsaron a estos de Melilla. Estos reclamaron a los monarcas la deuda prometida, ya que no era por culpa de ellos que la ciudad no hubiera sido tomada sino por la marcha atrás que estos decidieron tomar.
Fueron recompensados con tierra en la Axarquia cerca de Torrox, llamándoles de Melila o Melulo, los de Melilla, que origina el apellido Melilla.
Así que enterándose el Duque de este aparcamiento pide permiso al rey para realizar tal expedición, autorizandolo el Obispo, que como hemos dicho era el responsable de tales expediciones; hay una carta fechada en 1497 en el archivo de los Duques de Medina Sidonia, informando al rey de que la expedición está preparada a falta de que llegue lo solicitado.
Y con todo esto el 17 de Septiembre de 1497 es tomada la ciudad ondeando el Pendón castellano sobre las almenas de la costa africana.
¿Cómo era Melilla?
Melilla era una ciudad casi abandonada, vivían más gente a su alrededor que en la misma Medina, el temor al emergente imperio Otomano de Argel, las visitas piratas, varias hambrunas y pestes que hizo de la ciudad un yelmo desolado.
Ahora bien, eso no quiere decir que no había quien la defendiera, pues el rey de Fez estuvo ahí para hacerlo, aunque llegó tarde.
Cuentan que cuando los habitantes de esos lares fueron a la ciudad por la mañana salieron despavoridos al ver las murallas reconstruidas y escuchar el sonido de los tambores, creyendo que diablos eran lo que ocupaban la ciudad.
Aunque la historia sigue diciendo que fue conquistada, es verdad que todo indica a que fue mas bien tomada en un pacto, entraron y tomaron posesión.
Una ciudad en esas circunstancias si no tiene bien reconstruida las torres y sus almenas, mínimo tendría la puerta cerrada y varios centinelas, lo que a los españoles hubiera frenado al menos un día para poder entrar.
Pero no fue así, pues por la mañana ya se veía parte de ella en alza.
Recordemos que esperaron al anochecer para entrar, y no se pusieron en línea de combate. Si se utiliza esta estrategia es porque los de dentro están aliados con los de afuera.
Teniendo en cuenta que Pedro de Estopiñan era contador, es decir administrativo, lo que hizo fue tomar la ciudad con pluma y sello en vez de por espada y sangre.
Bibliografía:
Revista de historia
Wikipedia
El Alminar de Melilla
Melilla desconocida
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