sábado, 11 de abril de 2015

LA NOCHE DE SAN DANIEL, REPRESIÓN ESTUDIANTIL EN TODA REGLA


En el primer lustro de la década de los sesenta del siglo XIX se produce una gran crisis económica en las arcas del estado español, de tal forma que tienen que vender patrimonio nacional para poder hacer frente a las deudas contraídas.

Esto hace que el gobierno presidido por el Espadón de Loja, el General Narváez, comunique a las cortes la siguiente propuesta:

"El Estado venderá Patrimonio Real obteniendo ingresos el 75% de la venta, dejando el 25% a la corona, por el esfuerzo que esta hace en deshacerse de su patrimonio para salvar al Estado"

Claro esto no fue aceptado de buena gana por los Liberales, que estaban en la oposición, entendiendo que el patrimonio a la venta no era Patrimonio Real, es decir, de la corona, sino Nacional, del Estado.

El  profesor de Historia, destacado miembro del Partido Demócrata y director del periódico La Democracia, Emilio Castelar, publica los artículos:

"¿De quién es el Patrimonio Real?" y "Rasgo"

Ambos criticaban tal venta y la definición de Patrimonio Real, ya que todo ello, para este partido es Patrimonio Nacional; la defensa de esta idea se basa en que la corona al fin devuelve al estado lo que era suyo, y además quería sacar un beneficio, el 25%, de algo que no era de su propiedad.

En cambio los moderados, al cual pertenecía el General Narváez, elogiaban el gesto de la Reina Isabel II, como un generoso acto de solidaridad con su pueblo.

El Espadón actuó con el mismo furor de siempre, no solo apartó de la cátedra universitaria a Castelar, sino que destituyó a Montalbán de la rectoría por no cumplir la orden de cese contra Castelar (imagen dch)


Este acto fue la indignación de los estudiantes que decidieron manifestarse en la Puerta del Sol; pero el Ministro de Gobernación, Luis González Bravo, declara el estado de guerra, con la consecuencia de suspensión de los derechos constitucionales, así que toda "serenata", como llamaron a la concentración, fue aprobada y suspendida en varias ocasiones hasta el día 10 de Abril de 1865.

Este día comenzó siendo normal, pero detonó la indignación el nombramiento de otro rector, entonces obreros y estudiantes convocados por el Partido Democrático se dirigen por la tarde a Sol.

Llegando a esta mítica plaza donde se reúnen muchos madrileños a pasar la tarde, tomar café, o ver pasar a la gente, está rodeada de Guardia Civiles, a caballo y a pie, armados con fusiles y bayoneta.


Cuando la afluencia de los manifestantes se hace notar en la plaza madrileña, González Bravo (imagen dch) ordena que se cargue contra la gente, así lo cuenta Eduardo Hostos, un testigo presencial:

Ignoro qué hora era, pero sí que era de noche y que vi todo lo que sucedió en la calle de la Montera. Acababa de llegar al Ateneo, e imitando a casi todos los socios que ocupaban el local, me asomé a uno de sus balcones. La calle estaba ocupada por algunos grupos, más numerosos y menos impasibles en las bocacalles de la Aduana y la que da paso a la calle del Carmen. Estos últimos grupos voceaban de cuando en cuando y solo cuando pasaba algún carruaje prorrumpían en silbidos. 

Calle Montera y Puerta del SolEn aquel momento se agitó la fuerza de caballería en la Puerta del Sol y los grupos se reunieron, avanzando hacia ella. Hubo confusión, se voceó y se silbó. Los caballos, lanzados al galope, dispersaron a los agrupados. Los unos se dirigieron a la calle de la Aduana, y sus alaridos nos probaron que habían sido atropellados o heridos por los cuatro o cinco guardias de a caballo que se lanzaron sobre ellos. Los otros siguieron corriendo calle arriba, pero corrían más los caballos, y los unos caían y los otros se refugiaban en las puertas. El tropel de hombres y caballos, la confusión de unos y otros, los gritos de espanto, los ayes lastimeros, las voces quejumbrosas, los lamentos de los caídos o los atropellados, nos habían hasta entonces impedido ver lo más horrible. 

Detrás de la caballería, con bayoneta calada y ademán hostil, corrían precipitadamente otros guardias de a pie. Los caballos habían pasado por delante del Ateneo. Los grupos se habían dispersado, y vimos con horror y claramente que a la puerta de una relojería un hombre indefenso caía como un cadáver; que contra el armario cerrado del puesto de libros de San Luis tres guardias clavaban las bayonetas contra un pecho inerme, y bayonetas y pechocontra el armario; que un chicuelo recibía un puntapié y tras el puntapié, un tiro.”

Cuando termina este trágico suceso el balance son 10 muertos y 150 heridos.

Los días siguientes en las cortes fueron frenéticos; los mismos compañeros de gobierno criticaban la decisión de González Bravo, exigiendo su presencia para dar explicaciones ante el congreso; explicaciones que no convencieron.


Tal fue la repercusión de esa noche, que Narváez cae enfermo sufriendo una angina de pecho muriendo al poco tiempo después no sin antes ser destituido por la Reina.

Con razón también  se le llamó la noche del matadero.

Bibliografía:
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Noche_de_San_Daniel
https://www.diagonalperiodico.net/blogs/javierfernandez/ecos-la-tragica-noche-san-daniel-de1865.html
https://marcopolito56.wordpress.com/paisajes-de-la-historia/noche-de-san-daniel-1865/
http://madridafondo.blogspot.com.es/2012/12/noche-de-san-daniel-noche-del-matadero.html


2 comentarios:

Gonzalez Bravo debió ser juzgado y sentenciado por la orden dada

Gonzalez Bravo debió ser juzgado y sentenciado por la orden dada

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