Parece que siempre ha sido así y la verdad es que esta celebración es más joven de lo que pensamos.
¿Cual fue su origen?
Podemos asegurar que la idea partió de Cataluña, donde la celebración de este día es muy esperada y aceptada, se celebra el día de Sant Jordi, pero debemos decir que no es por motivo del santo por lo que se instaura el día del libro en el 23 de Abril.
Este día comenzó a celebrarse el día 7 de Octubre, el nacimiento de Cervantes, pero pronto el impulsor de este acontecimiento, Don Vicente Clavel, vicepresidente de la Cámara del Libro de Barcelona en 1923.
No es hasta 1926 que no se celebra, pues es este año cuando el Rey Alfonso XIII cuando firmaba el "Real Decreto del Día del Libro".
Como hemos dicho se celebraba en Octubre pero entre 1927 y 1929 se celebraron la Exposiciones internacionales del Barcelona y Sevilla y surgió la polémica dela celebración por lo que se decidió el día de su fallecimiento que es el 23 de Abril.
En 1930 se declara oficial el día 23 de Abril como Día del Libro; en Barcelona la fiesta va tomando cuerpo y se hace cada vez mas famosa junto a la de Madrid.
No es hasta 1995 que no es internacional, coincidiendo este día con festividades de muchos países, por su patrón San Jorge.
Este día es muy festivo y se venderán muchos libros y todos habrán disfrutado del día, ¡Estupendo!
Aunque la lectura durante un año es mejor.
Pero para que este día se celebrase hay que tener en cuenta a su protagonista, el Libro.
Este medio de conocimiento ha tenido una evolución tremenda y su historia es digna de mencionar aunque sea resumida.
La escritura hace que se necesite un lugar donde plasmar todo lo que se quiera guardar para luego consultarlo si surgiera.
Los medios varían a medida que el hombre elabora materiales experimentando con ellos y descubre cuáles son mejores para desarrollar la escritura.
La arcilla, tablillas con cera, papiro, bambú, seda, pieles de animales, y por ultimo el papel.
Todo esto ha hecho que muchas personas disfruten de la lectura, del placer de escribir aventuras para otros, de poder conservar con mucha paciencia consejos, tratados y pensamientos par que sepamos de la historia.
Ahora ha cambiado mucho la cosa, los libros son electrónicos, y la diversidad sobre los temas son abundantes; puedes llevar un montón de libros en un formato cómodo y sencillo.
Reflexionando sobre esto llego a la conclusión, que con la facilidad que tenemos para poder acceder al conocimiento actual, el ignorarlo voluntariamente, es suicidarse lentamente.
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