Sabiendo esto, "el Cepa", como se conocía a José María Grimaldos por su baja estatura, el 21 de Agosto de 1910 se dispone a vender unas ovejas de su propiedad, hasta aquí todo normal; viéndolo por última vez en el camino entre su pueblo, Tresjuncos, y Osa de la Vega; por lo que se denuncia su desaparición.
El problema comienza cuando la madre de este señor, que se perdía con frecuencia, implica a dos vecinos del pueblo como autores de la desaparición y muerte.
Los vecinos acusados eran dos hombres con fama de bravucones, Gregorio Valero y León Sánchez; estos personajes eran como hermanos no solo por la mistad que le unía, sino por las ideas y grescas que tenían con el cura de Tresjuncos, Pedro Rufo Martínez. Tal era la fijación con el párroco que este estaba esperando su oportunidad para vengarse, y lo hizo.
El Juez de Osa no obtiene ninguna prueba para enjuiciar a los dos vecinos cerrando el caso, pero el pueblo ya los tiene sentenciados.
A los tres años, 1913, llega Emilio de Isasa, el nuevo juez de la comarca y que por su presencia y arrogancia comienza a revisar casos antiguos para destacar; el caso del Cepa lleva todas las papeletas, así que en Abril de este año ordena a la Guardia Civil que detenga a Valero y a Sánchez.
Estos pasan a la acción y se los llevan al juzgado de Belmonte, donde, curiosamente, entre 1520 y 1600 la Santa Inquisición torturaba a sus reos.
Allí con permiso de la autoridad competente son torturados de la siguiente forma:
- Colgándolos por los testículos, de tal forma que el reo tenía que estar de puntillas todo el rato sino convertirse en eunuco.
- Sacándoles los dientes con tenazas de herrar.
- Las palizas eran constantes.
- Obligándolos a no dormir.
- Aplicándoles la tortura del salazón, se le daba de comer bacalao salado y no puede do beber una gota de agua.
Esto hace que Valero y Sánchez confiesen que han quemado el cuerpo y se lo han dado para comer a los cerdos.
Don Emilio de Isasa con su peculiar sentido de la justicia condena a los dos reos a penas de 18 años de cárcel, ya que la defensa está limitada por la confesión de culpabilidad de estos, se limitó a conseguir que no fueran ejecutados a Garrote.
Valero fue a parar a Valencia y Sánchez a Cartagena hasta que en 1924 hay un indulto del cual se benefician.
Regresan a Tresjuncos y todos contentos, han pagado su crimen.
Resulta que una mañana de 1926, recibe el correo y entre las cartas hay una de un colega suyo de la población de Mira, a 50km de Osa, que le pide la partida de nacimiento de José María Grimaldos "el Cepa", pues va a contraer matrimonio con Cristina Ferrer, con la mujer que convivía y tenía dos hijos.
Me imagino la cara de este personaje que instó tanto para que interrogarán a los dos sospechosos y fueran detenidos.
Decimos esto porque al descubrir donde estaba el Cepa, por uno de sus barruntos, el Ministro de Gracia y Justicia ordena una revisión del caso.
El Párroco del municipio de Tresjuncos se suicida por como se desarrollan los asuntos, son investigados todos los implicados.
Valero y Sánchez fueron indemnizados y recompensados con un puesto de trabajo como guardas del Parque del Retiro de Madrid , donde terminan su vidas.
Lo interesante es que en 1979 Pilar Miró dirige la película "El crimen de Cuenca" que es secuestrada todas las copias y es citada por el Juzgado Militar Permanente para enjuiciarla por injurias a la Guardia Civil.
Tenemos que recordar que sucedió en 1980, año sanguinario para España ya que ETA obtiene su mayor número de asesinatos, los militares estaban preparando el golpe de estado del siguiente año, así que el gobierno de Suárez quiere ser prevenido.
Se estaba haciendo la isla injusticia que en 1913, pues los hechos estaban documentados perfectamente.
Al final se emitió la película siendo un éxito por la exposición de los hechos, siendo la única película secuestrada de la democracia.
Bibliografía:
El País
El Correo de Cuenca
Wikipedia
ABC
Imparcial
El Juez de Osa no obtiene ninguna prueba para enjuiciar a los dos vecinos cerrando el caso, pero el pueblo ya los tiene sentenciados.
A los tres años, 1913, llega Emilio de Isasa, el nuevo juez de la comarca y que por su presencia y arrogancia comienza a revisar casos antiguos para destacar; el caso del Cepa lleva todas las papeletas, así que en Abril de este año ordena a la Guardia Civil que detenga a Valero y a Sánchez.
Estos pasan a la acción y se los llevan al juzgado de Belmonte, donde, curiosamente, entre 1520 y 1600 la Santa Inquisición torturaba a sus reos.
Allí con permiso de la autoridad competente son torturados de la siguiente forma:
- Colgándolos por los testículos, de tal forma que el reo tenía que estar de puntillas todo el rato sino convertirse en eunuco.
- Sacándoles los dientes con tenazas de herrar.
- Las palizas eran constantes.
- Obligándolos a no dormir.
- Aplicándoles la tortura del salazón, se le daba de comer bacalao salado y no puede do beber una gota de agua.
Esto hace que Valero y Sánchez confiesen que han quemado el cuerpo y se lo han dado para comer a los cerdos.
Don Emilio de Isasa con su peculiar sentido de la justicia condena a los dos reos a penas de 18 años de cárcel, ya que la defensa está limitada por la confesión de culpabilidad de estos, se limitó a conseguir que no fueran ejecutados a Garrote.
Valero fue a parar a Valencia y Sánchez a Cartagena hasta que en 1924 hay un indulto del cual se benefician.
Regresan a Tresjuncos y todos contentos, han pagado su crimen.
¿Os acordáis del cura Pedro Rufo?
Resulta que una mañana de 1926, recibe el correo y entre las cartas hay una de un colega suyo de la población de Mira, a 50km de Osa, que le pide la partida de nacimiento de José María Grimaldos "el Cepa", pues va a contraer matrimonio con Cristina Ferrer, con la mujer que convivía y tenía dos hijos.
Me imagino la cara de este personaje que instó tanto para que interrogarán a los dos sospechosos y fueran detenidos.
Decimos esto porque al descubrir donde estaba el Cepa, por uno de sus barruntos, el Ministro de Gracia y Justicia ordena una revisión del caso.
El Párroco del municipio de Tresjuncos se suicida por como se desarrollan los asuntos, son investigados todos los implicados.
Valero y Sánchez fueron indemnizados y recompensados con un puesto de trabajo como guardas del Parque del Retiro de Madrid , donde terminan su vidas.
Lo interesante es que en 1979 Pilar Miró dirige la película "El crimen de Cuenca" que es secuestrada todas las copias y es citada por el Juzgado Militar Permanente para enjuiciarla por injurias a la Guardia Civil.
Tenemos que recordar que sucedió en 1980, año sanguinario para España ya que ETA obtiene su mayor número de asesinatos, los militares estaban preparando el golpe de estado del siguiente año, así que el gobierno de Suárez quiere ser prevenido.
Se estaba haciendo la isla injusticia que en 1913, pues los hechos estaban documentados perfectamente.
Al final se emitió la película siendo un éxito por la exposición de los hechos, siendo la única película secuestrada de la democracia.
Bibliografía:
El País
El Correo de Cuenca
Wikipedia
ABC
Imparcial
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