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Hoy cruzaremos el charco para conocer uno de los asesinos enserie que más me ha llamado la atención hasta ahora, el Petiso Orejudo.
Este es un personaje que a pesar de su cortad comete un gran cantidad de asesinatos de forma muy distinta, lo único que tienen sus infanticidios en común es que todos son niños.
Cayetano Gordino Santos nace en Buenos Aires, la Argentina, en 1896, pues sus padre inmigrantes calabreses habían recalado en este país en busca de nuevas oportunidades, ya que la Argentina se contaba dentro de los diez países mas adelantados de la época.
El muchacho vivía dentro de una familia conflictiva ya que el padre era alcohólico y golpeador ademas de tener la sífilis que hizo de su familia un drama, ya que la mayoría de los hijos nacían con enfermedades o como les sucedió morían después de nacer, les quedaron nueve con Cayetano.
Este desde pequeño también estaba enfermo, y además era pequeño en estatura y tenía unas buenas orejas que fue lo que le puso el mote, el pequeño orejudo.
Pues el Petiso orejudo comienza sus andanzas con apenas 7 años, cuando se lleva a Miguel de Paoli de apenas dos años, a un descampado y lo golpea para arrojarlo a una zarza siendo descubierto por un policía que se lleva a los dos a la comisaria, recogiéndolos más tarde por sus respectivas familias.
Al año siguiente agrede a Ana Neri de unos 18 meses, de la misma forma se la lleva al descampado y la golpea en la cabeza con una piedra repetidamente, pero ocurre igual que la anterior agresión es descubierto y llevado a comisaria donde es puesto en libertad por ser menor.
A partir de aquí, lo que sabemos, es por la confesión que hizo de todos los asesinatos que cometió, cuando fue detenido.
En 1906 rapta a una niña de dos años y siguiendo la misma forma de actuar, se la lleva a un descampado y como no puede estrangularla la entierra viva, la policía sospecha que fue a Maria Roca Face que nunca fue descubierta y se denunció la desaparición en la misma fecha que el Petiso cuenta que cometió tal crimen.
Desde este momento hasta 1908 cuando ocurre el siguiente asesinato el Petiso es encerrado por dos mese en un centro para menores por la denuncia puesta por su padre cuando descubrió horrorizado la cantidad de pájaros que tenía muertos debajo de su cama y dentro su zapato, así lo entregó a la justicia. Como estuvo en varias escuelas hasta que ya ninguna lo queria opor su rebeldia y su poca intencion de estudiar volvió a las calles y comenzó de nuevo a asesinar.
Entonces sería Severino Gónzalez su nueva victima, menos mal que el hecho fue descubierto por el propietario de la bodega donde se levó al pequeño que lo sumergió en un abrevadero de caballos y le puso un a tabla encima para ahogarlo. Fue entregado a la policía pero como insistió que era una mujer vestida negro quien le obligaba a hacer estas atrocidades fue puesto en libertad de nuevo.
Seís días mas tarde, solo séis, quema con un cigarrillo los parpados de Julio Botte de 22 meses, huyendo del lugar porque la madre de Julio lo descubrió alertada por el llanto del pequeño.
Entonces los padres del Petiso no pueden más y lo entregan a la justicia de nuevo, y esta vez está tres años recluido en la Colonia de menores Marcos Paz, pero cuando los padres creyendo que se había reformado lo sacan para darle una oportunidad, el Petiso es más frío y calculador, convirtiéndose en
en un criminal con todas las letras.
Así que da rienda suelta a su afición descubierta en el centro de menores, el fuego, y lo hace incendiando en la Calle Corrientes un bodega.
Pero el quiere algo más y asesina de forma brutal a Arturo Laurora de 13 años que es descubierto golpeado, semidesnudo y con un cordel en el cuello.
El 7 de marzo prende fuego a las ropas de Reyna Bonita de cinco años falleciendo a los dieciséis días en el Hospital de Niños a causa de las quemaduras.
Entre medias produce varios incendios, sin causar victimas.
El 24 de Septiembre es detenido porque aparece una yegua muerta en una bodega donde trabaja temporalmente pero que por falta de pruebas es puesto en libertad, luego confesaría que le asestó tres puñaladas, y que después incendió la Estación Vail de tranvías.
El 8 de Noviembre convence a Roberto Russo de dos años para que lo acompañe pues le va a comprar caramelos, cuando entran en un alfalfar lo ata de pies y a manos para ahorcarlo pero de nuevo es descubierto y entregado a la policía liberándolo de nuevo pues explica que se lo encontró así y estaba rescatándolo.
Ocho días después intenta asesinar a Carmen Gittone de tres años pero de nuevo es descubierto por un vigilante y huye del lugar, ocurriendo lo mismo cuatro días más tarde con la niña Catalina Nauler a quien con engaños como siempre se la lleva pero esta al rato se resiste a seguir y el Petiso se descontrola y la golpea siendo descubierto por el dueño de una casa cercana y este logra huir de nuevo.
El último crimen que cometió y desde mi punto de vista el más sádico fue el de Gerardo Giorndano, y el único documentado hasta el más pequeño detalle.
El tres de diciembre de 1912 mientras andaba por la calles ve unos cuantos pequeños jugar y se acerca pidiendo jugar con ellos, como su aspecto "es de idiota, siempre le ha permitido ganarse la confianza de sus victimas", en el juego consigue ganarse la confianza de Gerardo ya que lo había intentado con una pequeña pero no lo consiguió.
Se llevó a Gerardo como siempre con el engaño de comprar golosinas, cuando están a punto de entrar en el lugar decidido para el macabro suceso, Gerardo se resiste y echa a llorar lo que desespera al Petiso y con violencia lo mete dentro y lo inmoviliza con la rodilla derecha mientras se quita el cordel que lleva como cinturón y se lo enrrolla con trece vueltas al cuello, como Gerardo a pesar de su corta edad ejerce una gran resistencia lo que hace que el Petiso lo ate de pies y manos, y de nuevo intenta asfixiarlo, pero se le ocurre una idea, ¿por que no atravesarle la cabeza con un clavo?
así que deja a su victima medio moribunda y procede a buscar la nueva arma asesina, encontrándose con el padre de Gerardo en la calle que le pregunta si lo ha visto, impasible le dice que no, pero que es mejor que vaya a comisaria para poner una denuncia, y eso hace el padre, él mientras sigue buscando y cuando lo encuentra ejecuta su sentencia en la sien de Gerardo, tapándolo con una chapa de Zinc y huyendo del lugar
Pero lo peor fue cuando en el velatorio de Gerardo se presenta y dando las condolencias observa durante un raro a su victima hasta que se va llorando, pero por suerte había dos policías que estaban uniendo cabos y que todos les llevaban al Petiso, el Subcomisario Peire y el principal Ricardo Bassetti, quienes organizaron un asalto a la casa del Petiso donde fue arrestado, encontrándose en sus pantalones un recorte de periódico del asesinato.
Confesó cuatro crímenes y las tentativas, pero se le declaró irresponsable de los hechos y fue conducido al Hospicio de la Mercedes para delincuentes con enfermedades mentales, y allí atacó a dos pacientes, uno en silla de ruedas y otro invalido en una cama, así que se lo llevaron al Penal de Ushuaia "la cárcel del fin del mundo" en la patagonia Argentina.
En 1927 le hicieron una operación en las orejas creyendo que allí residía su mal, pero como descubrieron más tarde que no era así, ¿que esperaban?
Pues en la cárcel le pegaron una paliza tremenda que estuvo 20 días en la enfermería, por que echó un gato de un recluso al fuego.
Aunque pidió la libertad, el fallo de los doctores Negri, Lucero, Esteves y Cabred fue:
"Es un imbécil o un degenerado hereditario, perverso instintivo, extremadamente peligroso para quienes lo rodean"
Murió en 1944, y su muerte oficial es una hemorragia gastroduodenal, aunque se sabe que fue maltratado y violado con frecuencia, pero lo interesante es que cuando en 1947 se cerró el penal y el cementerio fue removido sus huesos no aparecieron, ¿que raro?
El cine recreó su historia en la película "El niño de barro" protagonizada por Maribel Verdú.
Espero que os haya gustado, la semana que viene hablaremos en la crónica negra de Istopia Historia sobre un asesino en serie que ha pasado a la historia por su brutalidad.
Ted Bundy
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