¿Qué quiere decir esto?
Que las palabras que se escriben con b o v derivan de palabras que contienen estas letras y entonces se debe respetar este orden a la hora de escribir para saber su significado. Por ejemplo:
Acerbo: áspero al gusto, del latín acerbus.
Acervo: conjunto de bienes que pertenecen a una colectividad, del latín acervus.
Pero ¿ha sido así siempre?
Lo que ocurrió fue que la b y v eran bien diferenciadas a la hora de hablar.
La B se pronunciaba como ahora y la v era labiodental, parecido a como se pronuncia en la América latina, esto hacia que no hubiera confusión.
Es más cuando se escribía se hacia como u, pues es una mezcla entre y/u, por eso muchas veces vemos cuando se hace una recreación antigua que se escriban palabras de esta forma, por ejemplo:
VNIVERSIDAD
Y todos entendemos la escritura.
Entonces llegado a este punto que en la degeneración fonética del castellano en estas dos letras, pronunciándose de la misma forma, el Diccionario de las Autoridades, 1726, tuvo que crear unas normas especificas, ya que cada uno escribía las palabras tal y como creía.
Hubo palabras que se modificaron, posiblemente para diferenciarlas de varios idiomas como el portugués o el catalán.
Pero si se instaba a que se pronunciara la B como B y la V como V, pero en 1754 cambió pues la Real Academia Española cuando dejó de instar a que hubiera diferencias fonéticas entre la V y la B.
Lo interesante es que hasta 1947 no se definió la v con la palabra uve.
La lunes que viene hablaremos de porque se escribe en color negro o azul y no en rojo.
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